Cliente: Área Dirección Gral. de Arquitectura y Vivienda. Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes.
Proyecto: Octubre 1998
Se busca integrar la propuesta con una actuación que no desentone con su entorno, pero que, sin embargo, dote a la plaza de una fuerte entidad y carácter.
Para ello, se amplía la zona de expansión o recreo, mejorando la zona peatonal, disminuyendo la circulación rodada, antes excesiva, y ahora ajustada a las características e intensidad del tráfico actual.
Como símbolo de la plaza, y con la intención de dotarla de un carácter de tranquilidad y sosiego, lugar apto para sentarse, se construye un “basamento” de hormigón visto abujardado. El basamento nace con la vocación de gran banco corrido, dirigiendo la mirada y la atención hacia la entrada de vehículos al pueblo. Así mismo, se aprovechará para inscribir en él el nombre de la plaza.
Pese a su entidad monolítica, el juego de rupturas, de planos inclinados, mobiliario urbano y demás elementos que lo acompañan, se obtiene una pieza urbana de la cual disfrutar.
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